El 15 de octubre de 2005, un incendio en la Unidad Nº 28 de Magdalena, perteneciente al Servicio Penitenciario Bonaerense, resultó en la muerte de 33 personas privadas de su libertad. Este hecho es recordado como la "Masacre de Magdalena".
El incendio se originó tras una discusión entre internos, seguida de una intervención de 15 agentes penitenciarios que dispararon balas de goma en un espacio cerrado. Uno de los internos inició un fuego, que se extendió rápidamente debido a la inflamabilidad de los colchones de poliuretano.
La falta de un sistema contra incendios adecuado complicó la situación, y las puertas de los pabellones quedaron cerradas, lo que impidió la evacuación de las personas. Solo dos internos sobrevivieron gracias a la ayuda de otros compañeros.
En 2018, el Tribunal Oral en lo Penal Nº 5 de La Plata condenó a varios agentes penitenciarios, aunque aún permanecen investigaciones abiertas sobre la licitación y habilitación del pabellón.
Este aniversario nos invita a reflexionar sobre la importancia de garantizar los derechos humanos de las personas privadas de su libertad y a continuar trabajando en la mejora de las condiciones en los centros de detención, para evitar que hechos similares se repitan en el futuro.