“En tiempos de aislamiento, es necesario profundizar la prevención del ciberbullying”Así lo manifestó el Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello. Sostuvo que los indicadores oficiales muestran que 4 de cada 10 niños del último año de la primaria reconocen la existencia de amenazas, agresiones y actos discriminatorios en las redes sociales.
La pandemia de Covid-19 hace necesario reforzar la prevención en el seno de los hogares. A partir del aislamiento preventivo, social y obligatorio, se registra un considerable aumento de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) que recurren a las plataformas digitales. “No se trata solo del uso personal, con fines recreativos, sino también de aplicaciones que son utilizadas en el marco del Plan de Continuidad Pedagógica establecido por el sistema educativo para poder seguir adelante con el ciclo lectivo 2020”, explicó Martello, que se encuentra a cargo del Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo.
Teniendo en cuenta el uso cada vez mayor de teléfonos inteligentes y de redes sociales, estudiantes que ya son propensos a la intimidación podrían estar inclinándose por el acoso cibernético, accionar conocido popularmente como ciberbullying. La principal plataforma de despliegue son las redes sociales, situación que comenzó a hacerse cada vez más visible en los últimos años, mucho antes de la existencia del Covid-19 y de la cuarentena.
Lejos de tratarse de episodios aislados, algunos indicios de que nos encontramos en la Argentina ante una problemática arraigada son los últimos datos oficiales de las Pruebas Aprender, correspondientes a los años 2016, 2017 y 2018. Los resultados 2019, tanto nacionales como jurisdiccionales, aún no fueron difundidos.
¿Qué muestran los indicadores oficiales? Por un lado, se viene registrando una baja en el porcentaje de niños y niñas que, en el sexto año de la escuela primaria, dicen llevarse bien con todos o con la mayoría de sus compañeros/as. Si bien la disminución es leve, debería ser motivo de una indagación más profunda dado que la caída se registró tanto en 2017 como en 2018: pasó del 80% en 2016 al 77% en 2018. En tanto, en lo que se refiere a los estudiantes del nivel secundario, el último dato disponible data de 2017 y muestra que el 70,8% de los alumnos/as entrevistados dijo llevarse bien con todos o con la mayoría de sus compañeros/as.
Lejos de tratarse de episodios aislados, algunos indicios de que nos encontramos en la Argentina ante una problemática arraigada son los últimos datos oficiales de las Pruebas Aprender, correspondientes a los años 2016, 2017 y 2018. Los resultados 2019, tanto nacionales como jurisdiccionales, aún no fueron difundidos.
¿Qué muestran los indicadores oficiales? Por un lado, se viene registrando una baja en el porcentaje de niños y niñas que, en el sexto año de la escuela primaria, dicen llevarse bien con todos o con la mayoría de sus compañeros/as. Si bien la disminución es leve, debería ser motivo de una indagación más profunda dado que la caída se registró tanto en 2017 como en 2018: pasó del 80% en 2016 al 77% en 2018. En tanto, en lo que se refiere a los estudiantes del nivel secundario, el último dato disponible data de 2017 y muestra que el 70,8% de los alumnos/as entrevistados dijo llevarse bien con todos o con la mayoría de sus compañeros/as.
Asimismo, 4 cuatro de cada 10 alumnos/as de sexto año de la primaria que fueron consultados afirmaron la existencia de insultos, amenazas y agresiones por parte de estudiantes en las redes sociales. En ese sentido, al referirse a la frecuencia de este tipo de accionar, el 22% contestó “algunas veces”, mientras que el 16% optó por manifestar “siempre” o “muchas veces”. En tanto, en lo que se refiere a la perspectiva manifestada por alumnos/as de secundaria, los indicadores son menos elevados ya que 2 de cada 10 de los consultados/as reconocieron la existencia de insultos, amenazas y agresiones en redes sociales por parte de estudiantes. En provincia de Buenos Aires, los datos específicamente jurisdiccionales también muestran esta tendencia.
“El propio marco normativo a nivel nacional e internacional muestra que el combate y la prevención del acoso escolar no solo es una responsabilidad que le cabe a las familias y a las escuelas. Se necesitan políticas públicas permanentes y perdurables, con la intervención de distintos organismos del Estado, en todos sus niveles”, concluyó Martello.
“El propio marco normativo a nivel nacional e internacional muestra que el combate y la prevención del acoso escolar no solo es una responsabilidad que le cabe a las familias y a las escuelas. Se necesitan políticas públicas permanentes y perdurables, con la intervención de distintos organismos del Estado, en todos sus niveles”, concluyó Martello.