Con la intención de visibilizar a la mujer rural y reconocer los derechos que le son propios, el Defensor del Pueblo de la Provincia, Carlos Bonicatto, inauguró una muestra fotográfica en la sede de la Defensoría. "Homenaje a las mujeres rurales" es el nombre de la serie de retratos que muestra a cuatro mujeres catamarqueñas de distintas edades
Con la intención de visibilizar a la mujer rural y reconocer los derechos que le son propios, el Defensor del Pueblo de la Provincia, Carlos Bonicatto, inauguró una muestra fotográfica en la sede de la Defensoría.
"Homenaje a las mujeres rurales" es el nombre de la serie de retratos que muestra a cuatro mujeres catamarqueñas de distintas edades y que habitan diferentes paisajes, pero que comparten la autogestión como medio de subsistencia.
Ana Carolina Cabrera, la fotógrafa que vivió cuarenta día con estas trabajadoras para retratarlas en sus labores diarias, reconoció que “fue increíble ver la vitalidad que mostraban a la hora de hacer sus quehaceres, pero a su vez era impactante captar una gran fragilidad al no reconocerse, desde una perspectiva de género, como sujetos de derechos”.
Por su parte, Viviana Blanco, miembro de la Unidad para el Cambio Rural (Ucar), dependiente del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que se encarga de curar la muestra, puso énfasis en considerar a estas mujeres como elementos centrales del proceso productivo.
“En su ámbito, se entiende a la mujer que hace labores rurales como ejecutando tareas domésticas. Y esto no es así: desde un enfoque de género hay que reconocer a esta labor como productiva, lo que redundará en el reconocimiento de los derechos que hoy le son esquivos”, sostuvo Blanco.
Bonicatto destacó la importancia de que la Defensoría reconozca la situación de la mujer rural no sólo desde lo simbólico, sino “con políticas claras que visibilicen las problemáticas que las rodean y que apunten a la defensa de sus derechos. Desde nuestras institución ya hay programas que guardan relación con ellas: ahora debemos adoptar el compromiso de profundizarlos”.
"Homenaje a las mujeres rurales" es el nombre de la serie de retratos que muestra a cuatro mujeres catamarqueñas de distintas edades y que habitan diferentes paisajes, pero que comparten la autogestión como medio de subsistencia.
Ana Carolina Cabrera, la fotógrafa que vivió cuarenta día con estas trabajadoras para retratarlas en sus labores diarias, reconoció que “fue increíble ver la vitalidad que mostraban a la hora de hacer sus quehaceres, pero a su vez era impactante captar una gran fragilidad al no reconocerse, desde una perspectiva de género, como sujetos de derechos”.
Por su parte, Viviana Blanco, miembro de la Unidad para el Cambio Rural (Ucar), dependiente del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que se encarga de curar la muestra, puso énfasis en considerar a estas mujeres como elementos centrales del proceso productivo.
“En su ámbito, se entiende a la mujer que hace labores rurales como ejecutando tareas domésticas. Y esto no es así: desde un enfoque de género hay que reconocer a esta labor como productiva, lo que redundará en el reconocimiento de los derechos que hoy le son esquivos”, sostuvo Blanco.
Bonicatto destacó la importancia de que la Defensoría reconozca la situación de la mujer rural no sólo desde lo simbólico, sino “con políticas claras que visibilicen las problemáticas que las rodean y que apunten a la defensa de sus derechos. Desde nuestras institución ya hay programas que guardan relación con ellas: ahora debemos adoptar el compromiso de profundizarlos”.