Hacer un repaso del estado en que se encuentran los penales de la Provincia, además de analizar pautas de trabajo comunes, fueron los ejes principales del encuentro que llevaron adelante representantes de la Defensoría del Pueblo y del ministerio de Justicia bonaerense. En la reunión, el secretario de Atención y Prevención contra la Violencia
Hacer un repaso del estado en que se encuentran los penales de la Provincia, además de analizar pautas de trabajo comunes, fueron los ejes principales del encuentro que llevaron adelante representantes de la Defensoría del Pueblo y del ministerio de Justicia bonaerense.
En la reunión, el secretario de Atención y Prevención contra la Violencia Institucional de la Defensoría, Guillermo Gentile, y el subsecretario de Política Penitenciaria de la Provincia, Juan José Baric, pusieron sobre la mesa los puntos de encuentro entre las actividades que llevan a cabo los organismos.
Al analizar la actualidad del Servicio Penitenciario Bonaerense y el estado de las cárceles, Baric puntualizó que se pretende optimizar la provisión de alimentos a través del sistema de catering; mejorar las condiciones edilicias; bajar los altos niveles de sobrepoblación; suministrar más pulseras electrónicas; reducir la gran cantidad de elementos cortopunzantes en manos de los internos; y regularizar entrega de pasajes oficiales para familiares de detenidos.
Entre otro de los puntos tratados, se conversó sobre los distintos padecimientos que sufren los privados de la libertad con escasas posibilidades de atención sanitaria: los detenidos están más expuestos que el resto de la población a sufrir graves enfermedades como el sida, hepatitis y tuberculosis, a lo que se suma el drama de las adicciones.
Ante esta situación, Gentile puso en foco la necesidad de que se cree un posgrado para que se formen médicos clínicos penitenciarios, una especialidad que serviría para cubrir estos puestos con personal calificado en los diferentes penales.
Por otro lado, se expuso el método de trabajo de la Defensoría, y explicó que se analiza caso por caso, con un trato personalizado y permanente vinculación con los familiares. A su vez, señaló que en la gestión de las denuncias, el personal del organismo articula con los directores y subdirectores de las unidades penales, jefes de vigilancia, las oficinas judiciales y los referentes del área de salud. Además, el Secretario sugirió la creación de especializaciones para aquellos médicos que desempeñan su actividad en contexto de encierro.
Finalmente, se entregó el quinto informe anual de la Defensoría del Pueblo y se ofreció la colaboración e información que sea necesaria, como todo aquello que propicie la mejora en la situación de los privados de libertad.
En la reunión, el secretario de Atención y Prevención contra la Violencia Institucional de la Defensoría, Guillermo Gentile, y el subsecretario de Política Penitenciaria de la Provincia, Juan José Baric, pusieron sobre la mesa los puntos de encuentro entre las actividades que llevan a cabo los organismos.
Al analizar la actualidad del Servicio Penitenciario Bonaerense y el estado de las cárceles, Baric puntualizó que se pretende optimizar la provisión de alimentos a través del sistema de catering; mejorar las condiciones edilicias; bajar los altos niveles de sobrepoblación; suministrar más pulseras electrónicas; reducir la gran cantidad de elementos cortopunzantes en manos de los internos; y regularizar entrega de pasajes oficiales para familiares de detenidos.
Entre otro de los puntos tratados, se conversó sobre los distintos padecimientos que sufren los privados de la libertad con escasas posibilidades de atención sanitaria: los detenidos están más expuestos que el resto de la población a sufrir graves enfermedades como el sida, hepatitis y tuberculosis, a lo que se suma el drama de las adicciones.
Ante esta situación, Gentile puso en foco la necesidad de que se cree un posgrado para que se formen médicos clínicos penitenciarios, una especialidad que serviría para cubrir estos puestos con personal calificado en los diferentes penales.
Por otro lado, se expuso el método de trabajo de la Defensoría, y explicó que se analiza caso por caso, con un trato personalizado y permanente vinculación con los familiares. A su vez, señaló que en la gestión de las denuncias, el personal del organismo articula con los directores y subdirectores de las unidades penales, jefes de vigilancia, las oficinas judiciales y los referentes del área de salud. Además, el Secretario sugirió la creación de especializaciones para aquellos médicos que desempeñan su actividad en contexto de encierro.
Finalmente, se entregó el quinto informe anual de la Defensoría del Pueblo y se ofreció la colaboración e información que sea necesaria, como todo aquello que propicie la mejora en la situación de los privados de libertad.