Al celebrarse el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), la Defensoría del Pueblo bonaerense advirtió sobre el impacto de las nuevas tácticas y estrategias de la industria del tabaco y la nicotina que buscan convertir a adolescentes en adictos de por vida.
Desde el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, a cargo del Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, Walter Martello, se planteó esta alerta que va en sintonía con las acciones de prevención encaradas este año desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la expansión de los cigarrillos electrónicos y el diseño de otros productos con nicotina.
En efecto, la OMS difundió días atrás el informe titulado “Enganchando a la próxima generación”, que también advierte sobre las campañas de marketing y las acciones que buscan configurar entornos de políticas públicas que les ayuden y/o no obstaculicen su objetivo de crear adicción entre los jóvenes del mundo.
Este trabajo estima que hay 37 millones de niños de entre 13 y 15 años que consumen tabaco en todo el mundo y remarca que, en varios países, la tasa de uso de estos dispositivos entre los adolescentes supera la de la población adulta.
“La industria tabacalera está tratando de vender a nuestros adolescentes la misma nicotina, pero en envase distinto”, explicó Martello. Pese a que estos dispositivos están prohibidos en la Argentina por los daños que provocan en la salud, se usan cada vez más, especialmente entre las y los jóvenes.
Los últimos indicadores oficiales muestran que el 18% de las y los estudiantes secundarios de entre 13–15 años fuman cigarrillos, mientras que el 7,1% utilizan cigarrillo electrónico. Además, el 41,8% creen que el cigarrillo electrónico es menos dañino que el cigarrillo común, mientras que el 7,3% considera que es más dañino y casi un 40% de los jóvenes no sabe si es más o menos dañino.
Es decir, existe una extremadamente baja percepción del riesgo (sólo el 7,3%) en este grupo etario, el cual suele ser objeto de las estrategias subrepticias de incentivo al consumo por parte de la industria del tabaco.
“Estamos a tiempo de poner un freno y evitar lo que ya sucede en otros países donde el uso de cigarrillos electrónicos casi triplica el consumo de cigarrillos convencionales, sobre todo entre los jóvenes no fumadores”, indicó Martello.
Asimismo, existe preocupación en la OMS en relación a la Argentina al ser uno de los cinco países (junto con Estados Unidos, Indonesia, República Dominicana y Suiza) que siguen sin ser partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) y “enfrentan altos niveles de lobby o interferencia (de la industria)”.
Argentina es la única nación de América del Sur cuyo poder legislativo no ha ratificado el CMCT, dejando a nuestro país fuera de las acciones internacionales consintiendo la interferencia de las tabacaleras. El CMCT tiene una serie de herramientas, medidas y mecanismos de cooperación internacional que no pueden ser sustituidos por políticas nacionales.