Con la premisa de que ningún derecho puede ser vulnerado y que estos lugares de referencia para los niños y jóvenes deben ser protegidos, la Defensoría del Pueblo bonaerense manifestó su preocupación por el cierre de la Casa del Niño de Ensenada.
Con la premisa de que ningún derecho puede ser vulnerado y que estos lugares de referencia para los niños y jóvenes deben ser protegidos, la Defensoría del Pueblo bonaerense manifestó su preocupación por el cierre de la Casa del Niño de Ensenada.
La gestión del organismo, encabezada por el área de Niñez y Adolescencia a cargo del Defensor del Pueblo Adjunto, Walter Martello, apuntó a recabar información sobre lo sucedido en esa institución.
En ese sentido, desde la Defensoría mantuvieron un contacto con el director de Derechos Humanos de Ensenada, Carlos Dabalioni, quien manifestó su “profunda preocupación por los 120 niños que se quedan sin actividades físicas y recreativas, además, de las viandas que consumen todos los días".
Ante esta situación, Martello consideró que “si hay obras que se necesitan realizar para la mejora edilicia, se deben encontrar mecanismos alternativos que no interrumpan estas acciones para una mejor calidad de vida de esos niños y jóvenes”.
La gestión del organismo, encabezada por el área de Niñez y Adolescencia a cargo del Defensor del Pueblo Adjunto, Walter Martello, apuntó a recabar información sobre lo sucedido en esa institución.
En ese sentido, desde la Defensoría mantuvieron un contacto con el director de Derechos Humanos de Ensenada, Carlos Dabalioni, quien manifestó su “profunda preocupación por los 120 niños que se quedan sin actividades físicas y recreativas, además, de las viandas que consumen todos los días".
Ante esta situación, Martello consideró que “si hay obras que se necesitan realizar para la mejora edilicia, se deben encontrar mecanismos alternativos que no interrumpan estas acciones para una mejor calidad de vida de esos niños y jóvenes”.