La Defensoría presentó los resultados de la primera encuesta sobre gestión menstrual

La Defensoría del Pueblo bonaerense presentó los resultados de la primera encuesta para conocer el uso y los saberes que poseen sobre la menstruación y los productos para gestionarla las personas menstruantes, y mostró que una amplia mayoría aprueba los elementos reutilizables pero que existe poca información e incentivos para utilizarlos.

El cuestionario, que fue elaborado por el organismo que conduce Guido Lorenzino, puntualmente por la dirección de Políticas de Igualdad, a cargo de Alejandra López, se realizó en forma virtual y más de 1.600 personas respondieron sobre la copa menstrual, la necesidad de beneficios y mayor promoción, y la presencia de este tema en la ESI.

Durante la presentación, Lorenzino subrayó la importancia de generar políticas públicas, a través de un estado presente y más igualitario, donde se pueda reflexionar sobre la gestión menstrual, e incluir a todas las mujeres menstruantes en la agenda pública”.

Entre las autoridades,  estuvo presente la Ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, quien destacó que “es central para las mujeres y las personas menstruantes abordar este tema” y destacó “las iniciativas en conjunto que se realizan con la Defensoría y que coloque una encuesta con estas características y los datos de esta primera encuesta”.

Además, la directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D´Alessandro, resaltó que “hablar de la menstruación tiene que ver con una trayectoria de los debates de las mujeres, de los movimientos feministas que venimos impulsando;  sacarle el velo a cuestiones que no se debatían y uno de ellos es la menstruación”.

Además, se contó con la presencia de la Diputada Nacional por la provincia de Buenos Aires, Daniela Vilar.

A favor de los reutilizables

El trabajo arrojó que el 91% está de acuerdo con la promoción del uso de los productos reutilizables, como así también la eliminación del IVA  y la provisión gratuita por parte del Estado.

Según la encuesta, las copas menstruales, a pesar de haberse instalado hace pocos años como una alternativa sustentable a los productos descartables, son casi tan conocidas para quienes menstrúan como las toallas higiénicas y los tampones.

Sin embargo, el 75% todavía elige utilizar productos desechables para absorber el sangrado menstrual. Entre los principales motivos se destacan la facilidad para usarlos y conseguirlos.

Productos caros

En esa línea, el informe mostró que más del 67% consideró que los productos para gestionar el sangrado son “caros o muy caros”, y un 75% mencionó que optó por aquellos que son desechables, por la facilidad para usarlos y conseguirlos.

Además, 7 de cada 10 personas que menstrúan afirmaron haber tenido que modificar sus hábitos en el uso de estos productos por motivos o dificultades económicas: más del 70% tuvo que optar por marcas o productos más económicos, mientras que el 26% debió comprar menos cantidad y/u optimizar su uso.

Falta información

La encuesta también mostró que un 32% reconoció no haber recibido información antes de comenzar a menstruar, trepando a un 43% si se trata de personas mayores de 50 años. En la actualidad, los medios web y las redes sociales (48,9%) aparecen como las principales fuentes de información sobre productos de gestión menstrual.

En cuanto a la edad promedio en que realizaron su primera consulta a un/a profesional de la salud, los indicadores estiman que fue 5 años después de haber comenzado a menstruar, y sólo el 8,7% respondió que fue motivada para conocer sobre el ciclo menstrual y los productos para gestionar el sangrado. Un 47,9% indicó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad durante la menstruación.

Ante este panorama, la encuesta indicó que 9 de cada 10 personas está de acuerdo en que se incorpore a la menstruación como contenido educativo en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).

“Conocer esta información es importante para promover políticas públicas fundamentadas en necesidades reales, desde cómo acompañar a una mujer que deja de hacer sus actividades, hasta aquella familia que no puede afrontar los costos”, expresó Lorenzino.

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