El 55% de las quejas vinculadas a contaminación acústica en la provincia de Buenos Aires tiene como fuente de origen a los boliches bailables, como consecuencia de los inexistentes o insuficientes tratamientos acústicos en los locales, mientras que la actividad de grandes industrias, pymes y talleres ocupa el segundo lugar en el ranking
La actividad industrial también genera conflictos. Un fenómeno nuevo ligado a los jóvenes: el escape libre y las explosiones de las motos. La Defensoría participó de la apertura de la "Semana del Sonido".
El 55% de las quejas vinculadas a contaminación acústica en la provincia de Buenos Aires tiene como fuente de origen a los boliches bailables, como consecuencia de los inexistentes o insuficientes tratamientos acústicos en los locales, mientras que la actividad de grandes industrias, pymes y talleres ocupa el segundo lugar en el ranking, el transporte público de pasajeros aparece en el tercer lugar, y un fenómeno nuevo -protagonizado mayoritariamente por jóvenes- asoma en cuarto lugar: el escape libre y las explosiones de las motos.
Estos datos surgen de la estadística de reclamos que atiende la Defensoría del Pueblo bonaerense y que da origen al tratamiento particular de cada caso. En ese escenario, los especialistas de la organización participaron de la "Semana del sonido", las jornadas que se llevan a cabo en el Teatro Argentino de La Plata y que apuntan a profundizar, mediante conferencias y debates, sobre la importancia del control de los ruidos molestos y su relación con la calidad de vida.
Durante el Seminario, orientado al mejoramiento de la calidad acústica en los municipios, el secretario General de la Defensoría del Pueblo, Marcelo Honores, destacó que "somos un puente entre los ciudadanos y el Estado", y agregó que en los casos de ruidos molestos, "proponemos soluciones a través de la mediación y el trabajo conjunto con los municipios para evitar la instancia judicial".
Flavio Ponce, integrante de la secretaría de Derechos y Garantías de la Defensoría y responsable de llevar adelante los casos vinculados a la contaminación acústica, indicó que "cuando el sonido se transforma en ruido, puede generar hipertensión arterial, problemas cardíacos, stress, agresividad, falta de atención, sordera, alteración del sueño o tensión muscular; la violación a las normas que regulan la intensidad del sonido configura una vulneración de derechos que habilita la competencia del Defensor del Pueblo para articular la resolución de estos conflictos".
Ponce sostuvo que "las recomendaciones del Defensor del Pueblo intentan persuadir sobre la conveniencia de cumplir con las normas vigentes ante la falta de controles de los municipios, tratando de evitar la instancia judicial e instando al Estado a cumplir con sus responsabilidades, evitando así que la Justicia resuelva lo que no resuelven los funcionarios".
En la Escuela de arte y oficios del Teatro Argentino, la última exposición estuvo a cargo de Nilda Vechiatti, del Laboratorio de Acústica y Luminotecnia de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires, quien subrayó la importancia de trabajar junto a la Defensoría en materia de ruidos urbanos.
La "Semana del sonido" continuará hasta el sábado 24, con diferentes actividades relacionadas a esta temática.
El 55% de las quejas vinculadas a contaminación acústica en la provincia de Buenos Aires tiene como fuente de origen a los boliches bailables, como consecuencia de los inexistentes o insuficientes tratamientos acústicos en los locales, mientras que la actividad de grandes industrias, pymes y talleres ocupa el segundo lugar en el ranking, el transporte público de pasajeros aparece en el tercer lugar, y un fenómeno nuevo -protagonizado mayoritariamente por jóvenes- asoma en cuarto lugar: el escape libre y las explosiones de las motos.
Estos datos surgen de la estadística de reclamos que atiende la Defensoría del Pueblo bonaerense y que da origen al tratamiento particular de cada caso. En ese escenario, los especialistas de la organización participaron de la "Semana del sonido", las jornadas que se llevan a cabo en el Teatro Argentino de La Plata y que apuntan a profundizar, mediante conferencias y debates, sobre la importancia del control de los ruidos molestos y su relación con la calidad de vida.
Durante el Seminario, orientado al mejoramiento de la calidad acústica en los municipios, el secretario General de la Defensoría del Pueblo, Marcelo Honores, destacó que "somos un puente entre los ciudadanos y el Estado", y agregó que en los casos de ruidos molestos, "proponemos soluciones a través de la mediación y el trabajo conjunto con los municipios para evitar la instancia judicial".
Flavio Ponce, integrante de la secretaría de Derechos y Garantías de la Defensoría y responsable de llevar adelante los casos vinculados a la contaminación acústica, indicó que "cuando el sonido se transforma en ruido, puede generar hipertensión arterial, problemas cardíacos, stress, agresividad, falta de atención, sordera, alteración del sueño o tensión muscular; la violación a las normas que regulan la intensidad del sonido configura una vulneración de derechos que habilita la competencia del Defensor del Pueblo para articular la resolución de estos conflictos".
Ponce sostuvo que "las recomendaciones del Defensor del Pueblo intentan persuadir sobre la conveniencia de cumplir con las normas vigentes ante la falta de controles de los municipios, tratando de evitar la instancia judicial e instando al Estado a cumplir con sus responsabilidades, evitando así que la Justicia resuelva lo que no resuelven los funcionarios".
En la Escuela de arte y oficios del Teatro Argentino, la última exposición estuvo a cargo de Nilda Vechiatti, del Laboratorio de Acústica y Luminotecnia de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires, quien subrayó la importancia de trabajar junto a la Defensoría en materia de ruidos urbanos.
La "Semana del sonido" continuará hasta el sábado 24, con diferentes actividades relacionadas a esta temática.