La importancia de que las universidades cuenten con un defensor que actué como mediador en los conflictos entre alumnos y docentes y entre pares, fue el tema central de la visita que mantuvo el Defensor Universitario de la Universidad Autónoma de Madrid, Francisco Jaque Rechea, en la Defensoría del Pueblo de la provincia
La importancia de que las universidades cuenten con un defensor que actué como mediador en los conflictos entre alumnos y docentes y entre pares, fue el tema central de la visita que mantuvo el Defensor Universitario de la Universidad Autónoma de Madrid, Francisco Jaque Rechea, en la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Luego de reconocer que "el secreto para llevar adelante una buena mediación radica en aplicar el sentido común", el defensor de la alta casa de estudios madrileña señaló que entre sus tareas se encuentran la recepción de quejas por parte de los alumnos que sufren abusos de autoridad por parte de sus profesores, los litigios entre docentes, la investigación de los casos, la instancia de diálogo con los afectados y la implementación de la negociación para llegar a un acuerdo entre las partes.
La mayoría de las universidades públicas y privadas de España cuentan con una defensoría: la Universidad Autónoma de Madrid está conformada por un defensor con cuatro años de mandato, una secretaría y dos defensores adjuntos encargados de las cuestiones de administración y servicios, representados por un abogado y un alumno de la entidad.
El Ombudsman universitario explicó que debido a la frecuencia y magnitud de los conflictos en las universidades, la figura que representa pasó a tener un rol muy importante en la comunidad universitaria, y destacó la efectividad de su presencia en la lucha por la defensa de los derechos del alumno universitario.
Haciendo un balance de su gestión, Jarque Rechea reconoció que "he conseguido muchas cosas, he resuelto muchos casos, los suficientes como para justificar que nuestra oficina siga funcionando, pero cada vez que viene un alumno con algún inconveniente con un profesor, veo a uno de mis hijos y tengo que frenarme porque, sin darte cuenta, las cosas te van afectando".
Luego de reconocer que "el secreto para llevar adelante una buena mediación radica en aplicar el sentido común", el defensor de la alta casa de estudios madrileña señaló que entre sus tareas se encuentran la recepción de quejas por parte de los alumnos que sufren abusos de autoridad por parte de sus profesores, los litigios entre docentes, la investigación de los casos, la instancia de diálogo con los afectados y la implementación de la negociación para llegar a un acuerdo entre las partes.
La mayoría de las universidades públicas y privadas de España cuentan con una defensoría: la Universidad Autónoma de Madrid está conformada por un defensor con cuatro años de mandato, una secretaría y dos defensores adjuntos encargados de las cuestiones de administración y servicios, representados por un abogado y un alumno de la entidad.
El Ombudsman universitario explicó que debido a la frecuencia y magnitud de los conflictos en las universidades, la figura que representa pasó a tener un rol muy importante en la comunidad universitaria, y destacó la efectividad de su presencia en la lucha por la defensa de los derechos del alumno universitario.
Haciendo un balance de su gestión, Jarque Rechea reconoció que "he conseguido muchas cosas, he resuelto muchos casos, los suficientes como para justificar que nuestra oficina siga funcionando, pero cada vez que viene un alumno con algún inconveniente con un profesor, veo a uno de mis hijos y tengo que frenarme porque, sin darte cuenta, las cosas te van afectando".
* Es Defensor del Universitario de la Universidad Autónoma de Madrid desde 2010, Catedrático de Física Aplicada y miembro del claustro universitario desde 1970.