El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece que todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. En el ámbito regional la Convención Americana sobre Derechos Humanos protege el derecho a la identidad garantizando el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho al nombre respectivamente.
Por su parte la Convención sobre Derechos del Niño (y la Niña) establece que los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño y la niña a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas, agregando que cuando un niño o niña sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecerla rápidamente.